Las ayudas del RDL de Solvencia empresarial están conformadas por tres fondos:
Fondo de reestructuración de créditos avalados por el ICO: 3.000 M€ (bancos). Conjunto de medidas de apoyo y flexibilización de los préstamos que cuenten con aval público, permitiendo así que el ICO se incorpore a los procesos de refinanciación y reestructuración que pacten los bancos y sus clientes.
Fondo de recapitalizaciones empresas medianas: 1.000 M€. Será gestionado por Cofides. Las ayudas se realizarán en forma de instrumentos financieros, como préstamos ordinarios, préstamos participativos, capital u otros.
Ayudas directas no reembolsables para pymes y autónomos cuyos ingresos hayan caído más de un 30%: 7.000 M€ (CCAA). Tendrá dos líneas: una de 5.000 millones de euros para todas las comunidades y ciudades autónomas y otro de 2.000 millones para Canarias y Baleares. Las ayudas tendrán carácter finalista y serán para el pago de deudas contraídas desde marzo de 2020.
Extienden hasta el 31 de diciembre las moratorias actuales.
Finalmente serán las comunidades autónomas quienes gestionen los 7.000 millones de euros para pymes y autónomos, el Ministerio de Hacienda ejercerá una labor de control de esas ayudas, que son finalistas: para costear los gastos fijos (como suministros y alquileres) o reducir deudas (básicamente con proveedores).
Según han apuntado en la Rueda de Prensa los recursos se trasladarán a las comunidades autónomas en un periodo reducido de tiempo, plantean que en un mes y 10 días el Gobierno estará en condiciones de poder transferir las cantidades económicas a las comunidades.
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